Es muy importante que examinemos nuestro flujo vaginal para darnos cuenta si estamos frente a una infección genital.

El flujo vaginal es una secreción producida por las glándulas dentro y alrededor de la vagina y el cuello uterino. Esta secreción ayuda a mantener la vagina limpia y lubricada, así como a prevenir infecciones al eliminar bacterias y células muertas.

En momentos de infecciones genitales, las características del flujo pueden cambiar: puede aumentar la cantidad, cambia el olor, se vuelve más líquido o grumoso, incluso puede llegar a notarse un poco de sangre o cambio de olor.

Por este motivo es importante conocer las características normales del flujo para detectar cuando es necesario consultar con un profesional. Estas son:

-Color: blanco o transparente.

-Claro y Elástico: durante la ovulación, el flujo puede volverse más delgado y elástico, similar a la clara de huevo.

-Textura y Consistencia: espeso y cremoso. Al principio y al final del ciclo menstrual, y acuoso durante la ovulación

-Olor: ligeramente ácido debido a las bacterias saludables presentes en la vagina.

-Cantidad: la cantidad de flujo puede variar durante el ciclo menstrual. A menudo hay un aumento de flujo justo antes de la ovulación.

Conocer nuestros cuerpos y flujo vaginal es de suma importancia para prevenir futuras infecciones. En casos de notar alteraciones, no dudes en consultar con tu médico de confianza.